¿Piezas de museo? Ni mucho menos.

Construimos nuestras máquinas robustas por principio. Las piezas de desgaste están diseñadas para un uso de al menos diez años funcionando en dos turnos. Más de 400 impresoras planas de swissQprint con más de diez años de antigüedad se siguen usando a diario, algunas de ellas en tres turnos. Y no solo continuamos brindando soporte en el software, sino que también suministramos repuestos y tintas.

La primera Oryx sigue funcionando a la perfección

Nolina applica deSuiza, usa dos impresoras planas de swissQprint, ambas Oryx de primera generación, fabricadas en 2010 y 2008, respectivamente. De hecho, la última Oryx es la primera máquina que entregamos en su día. Gogo Gärtner, gerente de Nolina applica, se la compró al primer dueño, que era alemán, porque necesitaba urgentemente aumentar su capacidad de producción. La impresora Oryx que había comprado nueva cuatro años antes seguía funcionando impecablemente. “Acabábamos de renovar el taller y teníamos un presupuesto limitado para una segunda máquina”, explica. “A día de hoy, la inversión está más que amortizada”.

Las dos directoras generales actuales de la empresa, Nives Alexandra Pally y Muriel Flühmann, lo confirman: “Nos planteamos comprar una nueva máquina a principios de este año, pero mantenemos nuestras dos impresoras, porque estamos muy satisfechas y sabemos lo que dan de sí”.

“A veces se ríen de nosotros y nos dicen que nuestras impresoras son piezas de museo”, confirma Nives Pally. Ella se lo toma con calma. Nunca han tenido que cancelar un pedido porque una máquina no funcionase. “A diferencia de otros dispositivos, con swissQprint las visitas del servicio técnico se pueden planificar y los costes están claros”, agrega Muriel Flühmann; “Nos revisan las impresoras varias veces al año, por lo que podemos producir sin interrupciones”. Las intervenciones técnicas a lo largo de los años se pueden contar con los dedos de una mano. Así que: “¿Qué sentido tendría reemplazar algo que va tan bien?” Gogo Gärtner agrega: “Para mí, ambas máquinas son piezas centrales”.

Un Impala de segunda mano para revivir

Logo Reklamen, de Suiza, recibió un Impala swissQprint de primera generación fabricada hace once años. Röbi Hefti es el gerente de esta pequeña empresa: “Me gustaría lanzar un nuevo producto al mercado y volver a pisar el acelerador a fondo”.

Su objetivo es empezar un reto más antes de retirarse dentro de unos años. En primer lugar, espera que los pedidos relacionados con un gran evento nacional se realicen a un paso de su empresa. En segundo lugar, también está trabajando en un nuevo producto que planea lanzar en el evento. Para ello necesita una impresora UV. La última, una impresora híbrida de otro fabricante, la eliminó debido a constantes averías, problemas y altos costes de mantenimiento.

La oferta por la impresora de mesa plana Impala usada llegó en el momento adecuado. Los técnicos de swissQprint trasladaron la Impala de su ubicación anterior a las instalaciones de Logo Reklamen y la hicieron una revisión.

El operario, Oliver Hüni, es un serigrafista experimentado que también ha trabajado con otras impresoras de mesa plana. Está encantado: “La Impala es muy fácil de usar y muy sencilla”. Actualmente está dando sus primeros pasos con los acabados con barniz. “Los técnicos de swissQprint me dieron una formación sólida y siempre están disponibles si tengo alguna pregunta”.